En la habitación en penumbras había cuatro chicas.Podrían haber sido otras cuatro,pero eran ellas cuatro.Las cuatro chicas.
Estaban tomadas de las manos para darse fuerzas,porque las cuatro estaban lastimadas y las cuatro tenían los ojos llorosos y las voces quebradas.De sus ojos brotaban lagrimas como queríendo expulsar los dolores de sus vidas,porque todas habían perdido algo,a todas les enfurecían algunas cosas y las cuatro necesitaban hablar con alguien.
-¿Saben?Yo antés,en la escuela primaria,me sentía mal.Como si no pertenciese alli,la gente me miraba raro por hacer cosas que me gustan,por divertirme-Dice Rose con su pelo rojizo revuelto.
-En cambio ahora es como más...libre.Cómo si no importara lo que piensa la gente.Como si estuviera todo permitido-Responde Julie y le sonríe con los ojos llorosos aunque sin la seguridad de que su amiga allá recibido su muestra de cariño.
-No todo,hay cosas y hay gente que tasitamente te impide hacer un montón de cosas y hay gente que no se anima a hacerlas o a decirlas por miedo-Suelta Sophie mientras abraza a su Hilario abrazador.
Maily escucha atenta a sus amigas.
-Odio cuando el aire huele a maldita hipocrecia.
Julie A. Clemens
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